Una mujer ha mantenido a su hijo encerrado
durante 33 años en una habitación de diez metros cuadrados que tiene su
casa, en Rusia.
Lo hizo para protegerlo de las bromas que le hacían sus compañeros. El hombre, Dimitri Kuvaldin, vio la libertad cuando su madre murió. Dimitri Kuvaldin estuvo 33 años encerrado en una habitación de diez metros cuadrados por su propia madre. Ella lo hizo para protegerlo de las bromas que tenía que aguantar en la escuela de sus compañeros.
Lo hizo para protegerlo de las bromas que le hacían sus compañeros. El hombre, Dimitri Kuvaldin, vio la libertad cuando su madre murió. Dimitri Kuvaldin estuvo 33 años encerrado en una habitación de diez metros cuadrados por su propia madre. Ella lo hizo para protegerlo de las bromas que tenía que aguantar en la escuela de sus compañeros.
Según informa el portal Dimitri Kuvaldin recuperó su libertad al fallecer su progenitora hace 10 años. Fue ahí cuando salió por primera vez a la calle.
Fuente: que.es
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