La mayoría de la gente no puede enfocar nada tan cercano como la cara
de la persona que va a besar, de manera que al cerrar los ojos, uno se
libra de un mirar una mancha borrosa que lo distraiga o del esfuerzo de
tratar de enfocarse.
El acto del beso también nos puede
hacer sentir vulnerables o cohibidos y cerrar los ojos es una forma de
relajarse. Es como apagar la luz antes de tener una relación sexual,
pero en miniatura.
Fuente: BBC
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